martes, 11 de febrero de 2014

¿Por qué hay que ver Doctor Who?


Hace muchísimo tiempo, allá por 2005, que comencé a ver esta serie, que pronto se convertiría en una de mis series favoritas y más recomendadas a amigos y conocidos. Recuerdo que cuando se la presente a uno de mis amigos, este me dijo: "¡¿Enserio?! ¿Pero estos son efectos especiales?, ¿Y quieres que vea esto?, ¡quita, quita!".

Primeramente os pongo en situación con un breve repaso wiki-histórico de esta serie que, cumplió 50 años el 23 de Noviembre de 2013, lo que la ha convertido en la serie de su género que más años lleva transmitiéndose en el mundo.

Doctor Who es una serie de televisión británica de ciencia ficción producida por la BBC. Está dividida en dos etapas, la denominada serie clásica, emitida entre 1963 y 1989, y la serie moderna, iniciada en 2005 y que continúa emitiéndose en la actualidad.

Figura en el Libro Guinness de los Récords como la serie de televisión de ciencia ficción de mayor duración del mundo y es también un icono de la cultura popular británica. Ha sido reconocida por sus historias imaginativas, efectos especiales creativos de bajo coste durante la serie original y el uso pionero de la música electrónica. Ha recibido el reconocimiento por parte tanto de crítica como de público como uno de los mejores programas británicos de televisión, ganando premios a la Mejor Serie Dramática en 2006, varios Premios Hugo y varios National Television Awards.

La historia comienza en Londres, en el año 1963.
Dos profesores del instituto Coal Hill, Ian Chesterton y Barbara Wright, están extrañados por el comportamiento de una alumna común, Susan Foreman, que parece mostrar conocimientos más allá de los que una chica de 15 años como ella debería tener. Susan, que vive con su abuelo, se niega a que su profesora la visite en su casa para hablar con él, ya que su abuelo no soporta a los extraños. Así pues, ambos profesores deciden una tarde seguir a Susan a la salida del instituto, observando que entra en un depósito de chatarra y no sale. Preocupados, entran tras ella y no la encuentran. En su lugar, entre multitud de trastos viejos, sólo encuentran una cabina de policía, lo que les extraña, ya que estas cabinas suelen estar en la calle y no dentro de edificios.

Entonces irrumpe un anciano en el lugar, y cuando le preguntan sobre Susan, él contesta con evasivas. Al oír a Susan dentro de la cabina, irrumpen dentro de ella, y descubren que se trata de una especie de nave espacial, muchísimo más grande por dentro que por fuera. El anciano, únicamente conocido como el Doctor, resulta ser el abuelo de Susan, y revela que su nieta y él son alienígenas de otro mundo y otro tiempo y que hace tiempo huyeron de su planeta, Gallifrey, en esa nave, la TARDIS (siglas de "Time And Relative Dimension In Space", "Tiempo y dimensión relativas en el espacio"), capaz de viajar en el espacio y el tiempo. Al no poder dejar marchar a Ian y Barbara por miedo a que revelen a la gente el secreto de la TARDIS, el Doctor decide despegar, llevándoselos secuestrados. El dispositivo de dirección de la nave está estropeado, por lo que el Doctor no puede controlar el lugar ni la época en que aterrizarán, así que no puede devolver a Ian y Barbara a su época por más que quiera, y debe conformarse con ir saltando aleatoriamente de un destino a otro esperando tener suerte de aterrizar de nuevo en la Tierra del siglo XX algún día. Es así como arranca una serie de viajes en el espacio-tiempo en la cual el Doctor y sus acompañantes visitan distintas épocas pasadas y futuras de la Tierra y de otros mundos, viviendo aventuras, y conociendo a múltiples aliados y enemigos.
Así pues, comienza una historia que irá dando giros y más giros, proporcionando nuevas historias y nuevos personajes, dado que, el Doctor tiene la facultad de 'Regenerarse', una argucia que permitió a los productores de la serie sustituir a los actores que se cansaban del papel. Permitiendo así la introducción de diferentes Doctores y personalidades propias pasando desde William Hartnell, Patrick Troughton, Jon Pertwee, Tom Baker, Peter Davison, Colin Baker, Sylvester McCoy, Paul McGann, John Hurt, Christopher Eccleston, David Tennant, Matt Smith, hasta llegar al Duodécimo Doctor, Peter Capaldi. (Para los más avispados que han contado. Sí, hay 13 nombres pero solo 12 Doctores. Mejor averiguadlo)

Al tiempo que se regeneraban, también se cambiaban sus acompañantes, con su propia seña de identidad que les confería un dinamismo y ritmo distinto según la temporada.


Rose Tyler y Martha Jones, el temperamento de Donna Nobel que le hacía tan… brillante!, Amy Pond y Rory Williams, la parejita del onceavo, River Song, la mujer del Doctor, y bueno, Clara Oswald, la chica del suflé, la última incorporación y la que, para mi gusto, mejor encaja en el papel, con su toque ingenioso, inocente y atrevido. Sin olvidar al capitán Jack Harkness, uno de mis favoritos por su personalidad y su pasado/futuro desconocido (Más tarde haría el spin-off Torchwood).

Ahora bien, (abrid este enlace aparte para ambientaros mientras leéis).

Cuando vi el primer capítulo me quedé pasmado. Maniquís de las tiendas que aterrorizaban a la población británica. ¿Qué era eso? ¿A quién se le ocurre hacer eso en una serie en pleno siglo XXI?

Y precisamente por eso me tragué el siguiente, porque era algo a parte, es única. Vi el segundo y tuve que admirar el sentido del humor que destilaba. Así que vi el tercero. Y así fueron pasando uno detrás de otro en la pantalla de mi ordenador, sin saber que era lo que podía esperar que viniese a continuación, porque cada capítulo rompía con lo que aparecía en el anterior.

Al llegar al capítulo 6, primera aparición de un Dalek (en esta serie, quiero decir), investigué un poco y descubrí que era una serie de 1963, cancelada en el 89. ¡26 años seguidos! ¡JÁ! Sinceramente, el hecho de que hubiese durado tanto me resultó muy curioso... ¿Por qué la cancelarían? ¿Por qué habrían tardado tanto en volver a emitirla?

¡Pero si es maravillosa! ¡Un hombre enfrentándose a un salero de metro veinte que tiene un desatascador y una batidora como armas! ¿Suena ridículo verdad? Pues no podría ser más emocionante. Es mágico, es único, es estremecedor.


Puede resultar aterrador, como en los capítulos de los Ángeles Llorosos (No parpadees!!), o el del niño de la máscara de gas. Realmente siniestro, así como también lo es El Silencio, los esbirros de la Gran Inteligencia o el capítulo de la Vashta Nerada, o Medianoche, hay tantos donde elegir.

Pero no solo hay capitulos aterradores o siniestros. También hay capitulos magnificos que hacen que te emociones y percibas de un modo distinto lo que nos cuentan en los libros de historia, como los capitulos donde aparecen Shakespeare o Vicent Van Gogh. O también están aquellos emotivos como el capitulo de los Anillos de Akhaten y la historia de la hoja más importante de la historia de la humanidad.

Tambien hay capitulos en los que te gustan hasta los malos, como "El Amo", un Señor del Tiempo renegado, obsesionado por mantenerse vivo tras el final de sus regeneraciones, que se convirtiría en la némesis del Doctor. (Los tambores se acercan!)

Luego encuentras personajes secundarios como Strax, la cabeza de patata gigante amante de la guerra que todo lo soluciona con un par de granadas de fragmentacion y unos lasers mortales cuya mayor diversión es ir a un bar irlandés a darse de palos con los clientes.


Para mí el mejor Doctor ha sido el 10º, David Tennant, sin desmerecer para nada a ninguno de los otros excelentes actores que le han dado vida a un personaje que no deja indiferente al que le presta atención. Aunque hay que admitir que, aunque al principio odie un poco a Matt Smith como la siguiente incorporación, se le cogía mucho cariño y hasta logro sacarme una lagrimita cuando termino su andanza como 11º Doctor…

Esta serie no es solo buena, es un pedazo de historia, un trozo de cultura, un icono de Reino Unido. Tiene literalmente un potencial infinito, y lo aprovecha de una forma excelente, tanto los directores como los escritores como los actores. No podría describir hasta qué punto puede uno adorar este universo cuando lo ve a través de los ojos del Doctor, unos ojos que lo han visto todo.

Si hubiera que ponerle nota, le pondría darle un 10, pero esta serie no se puede calificar con algo tan simple como un número. Es algo que uno tiene que sentir en el (o en los) corazones. Hay que meterse en ella, porque, como la T.A.R.D.I.S., es mucho más grande por dentro."

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